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Miedos y fobias en los más pequeños

¿Quién no ha tenido miedo a la oscuridad cuando era pequeño? En las primeras etapas de nuestra vida, donde aún estamos creando nuestra propia percepción de la realidad y la imaginación nos puede jugar malas pasadas, es normal tener una serie de temores típicos de los niños pequeños. Si quieres saber cuáles son los más comunes, cómo se detectan y cómo pueden superarse, ¡sigue leyendo!

El miedo es un sentimiento natural del propio cuerpo, y es una sensación que nos acompañará a lo largo de todas las etapas de la vida. En las etapas iniciales, dónde los niños descubren el mundo cada día y aún no tienen formada completamente su percepción de la realidad, es muy normal que existan estas inquietudes. Por lo tanto, esta reacción fisiológica es normal hasta una cierta edad, y es común ver algunas etapas o situaciones que suelen repetirse.

Es importante remarcar que un miedo y una fobia no son lo mismo. El miedo es una reacción fisiológica ante un peligro inmediato o potencial, mientras que la fobia es tener miedo a un estímulo que no presenta ningún elemento racional que justifique este comportamiento.

De esta forma, es normal que los niños tengan algunos miedos (bastante comunes) a lo largo de sus etapas de la infancia, que poco a poco irán superándose de forma natural. Por tanto, la familia no debe darle más importancia de la que tiene a este aspecto, siempre y cuando se muestre una evolución en la superación de estos temores con el paso del tiempo.

No obstante, sí que se debe estudiar el caso cuando el niño no evolucione con sus fobias y estas no se superen, o incluso se agraven, con el paso del tiempo. Otro factor que debería alamar es que estos miedos interfieran o cambien la conducta de este niño o niña en sus actividades más cuotidianas, haciendo que no pueda desarrollar su rutina de forma habitual.

Así pues, ¿cuáles son las fobias o miedos más comunes en los niños pequeños? Hay muchísimas, pero destacamos las siguientes:

  • Fobia específica: se trata de temer a un objeto o situación concreta. Por ejemplo, algunas fobias específicas comunes en los niños son los payasos, a algunos animales (como perros, insectos o serpientes), a ir al médico, a las inyecciones, etc.
  • Agorafobia: miedo a sentirse perdido o a encontrarse en una situación en la cual no sepa desarrollarse solo.
  • Fobia a la oscuridad: esta es muy común en los niños pequeños. Suele justificarse con miedo a monstruos o imaginaciones propias del niño. Esta preocupación se ve a la hora de ir a dormir o al ir a una habitación solo, tanto de día como de noche.
  • Fobia social: es aquella que impide que el niño o niña se desarrolle correctamente en situaciones donde debe hablar en público o forma parte del centro de atención.

Así como las fobias o los miedos pueden ser muy variadas en cada niño, los síntomas acostumbran a ser muy parecidos: el niño o niña evita la situación, tiene temblores, lloros, gritos, dificultad para conciliar el sueño, bloqueo, sudoración, entre otros, juntamente con un malestar emocional constante.

Si el niño o niña no avanza solo en la superación de estos miedos, hacemos énfasis en que no hay una solución universal para superarlos, pero sí hay muchas formas con las que podemos ayudar: primeramente hace falta aceptar estos miedos; es muy importante que el entorno más inmediato del niño acepte y se vea como algo normal estos terrores. En segundo lugar, el niño debe sentirse acompañado y comprendido, y es imprescindible que en ningún momento se le riña o se le ridiculice por su fobia. Una vez esta fobia se normaliza dentro de su entorno, es recomendable que la familia ayude al niño o niña a enfrontarse a ella, primero de una forma parcial o indirecta, y más delante de una forma directa. Es necesario que el niño entienda que no existe un peligro real, para que él mismo piense de forma racional que está realmente seguro.

La mayoría de las fobias en adultos surgen en las edades infantiles. Si una fobia persiste, se estanca e impide que el niño o niña desarrolle su rutina de forma natural, es muy recomendable visitar a un psicólogo especializado para que ayude en la superación de la fobia. Este pequeño gesto puede ser crucial para el futuro de este niño, ya que una vez llegue a la edad adulta será mucho más difícil que se supere esta fobia.

Por eso recomendamos el soporte de especialistas en psicología y neuropsicología para superar estos temores. En Centro neurona os ofrecemos un servicio adaptado integralmente a cada caso, que va desde su estudio hasta su propio tratamiento, para evitar que cualquier miedo o fobia pueda alterar la vida de nadie.

 

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